miércoles, 25 de septiembre de 2019

Electroestatica


                       Electroestatica





 Los antiguos griegos ya habían notado los extraños fenómenos que surgían de frotar un trozo de ámbar con lana u otros tejidos, y cómo atraían objetos pequeños con electricidad estática.

La formulación de la Ley de Coulomb en el siglo XVII y de las Leyes de Maxwell en el siglo XIX dio forma definitiva al campo de la disciplina, y sentó las bases para su inclusión en el estudio formal del electromagnetismo.
 pues, la electricidad estática. Ésta se define como el fenómeno producido entre dos cuerpos que han acumulado una carga eléctrica, ya sea por inducción o por fricción, y que luego la descargan al entrar en contacto, generando distintos tipos de reacción.

Carga eléctrica por frotación. Determinados objetos pueden cargarse eléctricamente tras ser frotados el uno contra el otro, ya que este contacto despoja de los electrones externos a uno y los transfiere al otro, energéticamente favorable. Este objeto queda, así, cargado electronegativamente, mientras que el otro queda cargado electropositivamente. Esto será mucho más potente si los materiales frotados son aislantes.
Carga eléctrica por inducción. Otro mecanismo de carga de electricidad estática requiere del contacto entre un material ya cargado electronegativamente y otro sin cargar. El contacto físico ocasiona que el objeto sin carga se polarice: los electrones superficiales huyan al extremo opuesto del contacto y carguen negativamente el extremo, mientras que el lugar del contacto se carga positivamente. Esto se traduce en una fuerza eléctrica neta, a pesar de que el segundo objeto carezca de carga eléctrica como tal.
Durante mucho tiempo se pensó que este tipo de electricidad era de tipo diferente a la generada mediante imanes u otros mecanismos; hasta que Michel Faraday en el siglo XIX demostró que se trataba de formas distintas de la misma exacta electricidad.

Se conoce como electrostática a una rama de la Física que estudia los efectos producidos en los cuerpos como consecuencia de sus cargas eléctricas, o lo que es lo mismo, el comportamiento de las cargas eléctricas en situación de equilibrio. Dicha carga eléctrica es la responsable de los efectos electrostáticos (de atracción o de repulsión) que se generan entre los cuerpos que la poseen.

La electrostática surgió, históricamente, mucho antes de que se comprendiera que la electricidad y el magnetismo son fenómenos emparentados y que deben estudiarse conjuntamente.

 Los antiguos griegos ya habían notado los extraños fenómenos que surgían de frotar un trozo de ámbar con lana u otros tejidos, y cómo atraían objetos pequeños con electricidad estática.

La formulación de la Ley de Coulomb en el siglo XVII y de las Leyes de Maxwell en el siglo XIX dio forma definitiva al campo de la disciplina, y sentó las bases para su inclusión en el estudio formal del electromagnetismo.
pues, la electricidad estática. Ésta se define como el fenómeno producido entre dos cuerpos que han acumulado una carga eléctrica, ya sea por inducción o por fricción, y que luego la descargan al entrar en contacto, generando distintos tipos de reacción.

Carga eléctrica por frotación. Determinados objetos pueden cargarse eléctricamente tras ser frotados el uno contra el otro, ya que este contacto despoja de los electrones externos a uno y los transfiere al otro, energéticamente favorable. Este objeto queda, así, cargado electronegativamente, mientras que el otro queda cargado electropositivamente. Esto será mucho más potente si los materiales frotados son aislantes.
Carga eléctrica por inducción. Otro mecanismo de carga de electricidad estática requiere del contacto entre un material ya cargado electronegativamente y otro sin cargar. El contacto físico ocasiona que el objeto sin carga se polarice: los electrones superficiales huyan al extremo opuesto del contacto y carguen negativamente el extremo, mientras que el lugar del contacto se carga positivamente. Esto se traduce en una fuerza eléctrica neta, a pesar de que el segundo objeto carezca de carga eléctrica como tal.
Durante mucho tiempo se pensó que este tipo de electricidad era de tipo diferente a la generada mediante imanes u otros mecanismos; hasta que Michel Faraday en el siglo XIX demostró que se trataba de formas distintas de la misma exacta electricidad.